Algunas veces creemos que vamos a un lado y en realidad vamos a otro. A veces los estragos son lo mejor que nos puede pasar, aunque de entrada duela, aunque de entrada descorazone.
En su vientre, el nuevo estrago gesta un embrión de libertad.
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pero duele, aunque no quiera concentrarme en ello.
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duele, pero es hora de decir adios
Creo en tu fuerza, muchas veces probada; creo en tu carácter, capaz de todo.
ResponderEliminarTe quiero, Vera, y sé que estarás bien.
Muchos abrazos.